jueves, 17 de marzo de 2011

Quién puede matar a un niño?, by Narciso Ibáñez Serrador

Pues yo siento discrepar profundamente de la mayoría, porque a mí ni esta película me parece estupenda ni un hallazgo impresionante ni mucho menos me da el más mínimo miedo. Más bien me da risa, por varias cosas que paso a enumerar:

1. Las caras de los protagonistas. Por mucho que me estrujo el cerebelo no consigo recordar un actor con más cara de pánfilo y alelado en la historia del cine. Claro que ese rostro en sí mismo explica perfectamente la cantidad de chorradas que el tipo hace durante toda la película, algunas de las cuales cuento en el espoiler.

2. La estética tipo spaguetti western. Entiendo que los medios eran pocos y que la cutrez era moneda de cambio usual en el cine de aquellos tiempos, pero bueno, reconozcamos que la fotografía, la ambientación y la técnica quedan chuscos. No pasa nada por hacerlo, era la época.

3. La historia hace aguas por todos lados. Hay una cantidad de fallos en el guión que muestran un descuido y una falta de atención a los detalles verdaderamente pasmosos, tratándose de un tipo tan minucioso como Chicho.

Venga, espoileo y cuento todo lo que me parece de juzgao de guardia.
spoiler:
1. De dónde salen tantos niños. Creo que ya alguien lo ha mencionado por ahí, pero es que resulta increíble que en un pueblo tan pequeño haya tantísimos nenes. Ni babyboom ni leches, es que no hay padres en el pueblo para tanto churumbel. El colmo es la escena en la casa de pescadores, al otro lado de la isla. De repente empiezan a salir niños a destajo por la montaña, luego se van encontrando cientos de niños por el camino, y por fin vuelven al pueblo, y, oh, sorpresa, chiquicientos chiquillos más allí esperándoles. Por lo menos mil niños en total. ¿Qué pasa, esto qué es, el milagro de la multiplicación del pan y los niños?

2. Por qué los niños no atacan nunca al protagonista, a pesar de encontrárselo en múltiples ocasiones haciendo todo tipo de marranadas. Y sin embargo al final van a por él a saco. Vamos, como si no hubieran tenido ocasiones mil antes para cargárselo.

3. Enlaza con lo anterior. Por qué el protagonista no sólo no huye de los niños en toda la película sino que se mete en todos los fregados que éstos organizan y los observa con pasmo pero tranquilo, y en la parte final de repente empieza a correr, a encerrarse y a esconderse para que no le pillen. Joder, pero si ya eran casi amiguitos de tanto encontrarse por ahí sacándole vísceras a los muertos.

4. Quisiera que me dijeran dónde comprar el analgésico que el inglés le da a su señora para que se le pase el dolor de cabeza cuando llegan al hotel. Le administra una pastillita de nada, la deja descansar y se va él a charlar con Antonio Iranzo, y a los 2'3 minutos aparece en el vano de la puerta la señora como una rosa. Ya se le ha pasado el dolor de cabeza. QUIERO ESE FÁRMACO YA.

5. También alguien lo ha comentado antes creo. El protagonista agarra una metralleta y se carga a unos cuantos de estos pequeños monstruitos, y de repente sorprendentemente se cansa de llevar el arma, la tira alegremente al suelo, totalmente a mano de sus perseguidores y se echa a correr, en un pueblo plagado de mocosos que, como poco, lo quieren asesinar y hacer papilla después con él. Joder, ¿tanto le pesaba la dichosa metralleta, que prefirió regalársela a tan encantadora chiquillería y quedarse él completamente indefenso? Pues por gilipollas, hala, tonto al agua

2 comentarios:

  1. El año pasado un amigo y yo vimos la película y también nos pareció de morirse de la risa de la absurdez, luego fuimos a mirar las criticas en filmaffinity y esta tuya fue la mejor critica de todas. Lo que nos pudimos reir, a día de hoy usamos tu expresión de "chiquicientos chiquillos" siempre que podemos.
    Tienes la razón en todo, uno de nuestros momentos preferidos es cuando el hombre después de ver el "momento piñata" vuelve a donde la mujer, ella le pregunta que si pasa algo y él "no nada, anda vamos a sentarnos aquí un rato al fresco" XD

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  2. Gracias, me alegro de que estemos de acuerdo. Nunca me he podido explicar las buenas críticas que tiene esa película, cuando parece más una parodia de cine de miedo que otra cosa.

    La gente está un poco colgaílla, me parece a mí.

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